La corrupción a la mexicana

Desde los tiempos del virreinato en la Nueva España había casos de corrupción en la administración.

A inicios del siglo XIX hasta Agustín de Iturbide fue acusado de malas mañas. Luego se supo que Santa Anna también haría lo suyo en traficar con el erario y el territorio. Algunos liberales fueron acusados de tranzar negocios sucios con hacendados, clérigos y comerciantes o con inversionistas extranjeros. Hasta Benito Juárez dijo que los empleados públicos debían vivir con austeridad y no ser presas de la ambición en el manejo del erario. Las obras públicas a gran escala en el porfiriato no dejaron de contar con desvíos de recursos. Los inversionistas estadounidenses se quejaban de ello siempre. El crecimiento económico ocasionó mucha corrupción, sobre todo en el tema de los ferrocarriles, el desarrollo urbano de algunas ciudades o proyectos mineros o petroleros. Los administradores porfirianos hicieron de las suyas hasta la primera década del siglo XX.


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